jueves, 18 de junio de 2009

Los grilletes y las alas

El sol apretaba con fuerza, haciendo que sintiese pesada mi camiseta sobre mis hombros. No sabría decir cuánto duró el breve instante que me tomé para despojarme de ella. La deposité en el frondoso suelo, y mi piel comenzó a abrasarse bajo el astro rey. Podía escuchar como crepitaba al entrar en contacto con la luz del mediodía, como si se estuviese cocinando a fuego lento. Adoraba esa sensación.
Las notas que manaban de los auriculares que emergían del bolsillo izquierdo de mis vaqueros hechos jirones inundaban de forma brutal y efectiva mi conciencia, permitiéndome divagar entre las letras y la música de la canción.
Contemplé el árbol que tenía delante de mí, después de permitirme ojear la sombra que proyectaba. No lo demoré más: avancé con decisión hasta él, tomé impulso y trepé con relativa habilidad hasta el centro de su copa. Y sonreí al admitir que aunque aquello fuese mis grilletes, en cierto sentido también era mis alas.

2 comentarios:

  1. Me ha gustado, pero no entiendo el final:"Y sonreí al admitir que aunque aquello fuese mis grilletes, en cierto sentido también era mis alas."

    un saludo

    Hivan Ramone (*)

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  2. En fin, sin entender la frase cumbre de la entrada, bah!
    Really good!

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