el cuento de un hombre cuerdo,
pues en forma de balada
es como yo lo recuerdo.
Viene con veintiún inviernos,
luce rostro serio y frío.
Unas ojeras marcadas,
una mirada sombría.
Un sabio que está viajando
por un sendero de piedra.
No hay motivo más bello
que lo que pretende encontrar.
Busca la Verdad que esconde
esta gran tierra maldita,
rota por sueños del hombre
de alcanzar la vida inmortal.
No basta el plomo en el oro,
no sirve de ningún modo.
Tan sólo la gloria eterna
de la piedra filosofal.
Lo grandioso y lo solemne,
al alcance de la mano.
El intercambio equivale,
el sacrificio, se exige.
"Tener un vida exenta
de alegría o felicidad"
es el pago a tal afrenta,
el conocer dicha Verdad.
Busca la Verdad que esconde
esta gran tierra maldita,
rota por sueños del hombre
de alcanzar una vida inmortal.
No basta el plomo en el oro,
no sirve de ningún modo.
Tan sólo la gloria eterna
de la piedra filosofal.