jueves, 27 de agosto de 2009

Desde la Isla Tuerta...

Todos los hombres de la familia habían heredado en mayor o menor medida, la habilidad de abstraerse de todo cuanto les rodeaba, en cuestión de un puñado de segundos. Y se trataba de algo sumamente útil en muchas ocasiones, pese a los inconvenientes que podía acarrear en algún que otro momento inoportuno. El benjamín de la familia era el que mejor dominaba la técnica, que emplea sin pudor alguno en cualquier momento que creyese conveniente. Y eso significaba que pasaba ausente la mayor parte del tiempo. Su hermano mayor, por el contrario, se lamentó de no haber tratado de ignorar las órdenes de su padre, mientras lo seguía y se mentalizaba para realizar lo mejor posible la tarea de limpiar y reponer toda esa aceite perdida. [seguir leyendo]
___________

Desvié la mirada, y me concentré en el tazón de desayuno que tenía delante de mí. Inmediatamente dejé de escuchar su voz, y el silencio se apoderó de la habitación. Observé el contenido del tazón, vi cómo sobre la superficie aparentemente lisa del café con leche se formaban ondas que la distorsionaban de forma insignificante. [seguir leyendo]

2 comentarios:

  1. bue... como ya te dije por msn... esto es raro (hasta que me diste la solucion.. "lo que esta entre corchetes son enlaces") XD... a veces me sorprende como es posible que las cosas mas simples pasen desapercibidas. En si las dos historias me han gustado pero... sobre todo la segunda esta muy bien... ¿cuantas veces me habran dicho lo mismo? nose... pero muchas fijo. y bueno, es una pena que tubieses que comprometerte a no poder poner los textos en el blog sino una reseña... bueno... lo que te digo siempre... no dejes de escribir ^^

    un beso y cuidate =P

    ResponderEliminar
  2. Menos mal que nunca está de más un texto de esos cortos mios... ¬¬
    En fiiiiiiin. A ver si te conectas que quiero hablar contigo, ya te dije lo que opinaba sobre el texto, çe fini.
    Un beso.

    ResponderEliminar