Citas

Yo no estoy loco, lo soy. La diferencia radica en que lo primero es transitorio, mientras que lo segundo es algo permanente.
Nunca pude derramar una lágrima por ti, así que llegué a la conclusión de que ya no había nada por lo que mereciera la pena llorar.
Al caer, no tengas tanta prisa por levantarte y piensa, aunque sólo sea un momento, el mejor método para no volver tan pronto al suelo.
No hay luz al otro lado del túnel, algún gilipollas la ha apagado y nos toca a nosotros llegar al otro extremo para encenderla.
Las cicatrices no serán nada más que una insignificante marca a los ojos de muchos; un recordatorio de lo que representan, como la retorcida moraleja de una fábula grotesca.
Tal vez mi mayor problema es que he estado esforzándome en tratar de ser alguien que no soy y en seguir los ritmos que se imponen los demás.
Cada vez que alguien se estremece y me alaba por mis palabras, me doy cuenta de cuánto me queda todavía por aprender.
Por mucho que aparentemos ser fuertes, no podemos evitar mostrar nuestra debilidad. Ni aunque nos digan que debería considerarse una virtud.
A veces las situaciones delicadas son como un castillo de naipes. Una carta se mueve, y todo se viene abajo.
Te tomé por mi nombre y apenas te soporto.